Lo has notado varias veces, estás sentado en el tráfico, llegas tarde a una reunión importante, uno de tus hijos no para de llorar…. Tu hipotálamo, una pequeña torre de control que está en tu cerebro, envía la orden y tu cuerpo empieza a segregar las hormonas del estrés. Estas hormonas son las mismas que activan la respuesta de «lucha o huida», herencia de nuestros más pretéritos antepasados. Notas como se acelera el corazón, y se acorta tu respiración y tus músculos se tensan preparándose para la acción. Esta respuesta forma parte de nuestro mecanismo de defensa, diseñado para protegernos en una emergencia al prepararlo para reaccionar rápidamente. Pero cuando la respuesta al estrés se dispara, día tras día, se convierte en un problema de salud de primer orden.
ansiedad
Durante el otoño más de un 70% de nuestros pacientes llegan a la clínica con ansiedad y/o depresión, sobre todo con ansiedad, por eso vamos a explicar qué es y cómo la tratamos.
La ansiedad incluye estados de ánimo parecidos al miedo y a la preocupación y se define como una “emoción desagradable, negativa, que surge en una situación ante la que el individuo percibe una amenaza».
En los últimos años el 57% de la población española dice haber padecido de ansiedad y un 35% haber pasado por una depresión. El 60 % de los afectados nunca ha acudido a un servicio de salud mental pero sí confiesa ser atendido en este aspecto en el centro de salud cuando nota los primeros síntomas. La visita a un psicólogo o a un psiquiatra, si con la atención primaria no se ha producido mejora, no lo contempla la población general ya que consideran que no sirve para nada.