Debido al delicado equilibrio entre el hipotálamo, la hipófisis y las glándulas reproductivas, el estrés es capaz de evitar que la mujer ovule por completo. Esta es una de las causas de infertilidad femenina. El estrés también puede crear espasmos tanto en las Trompas de Falopio como en el Útero, lo que puede interferir con el movimiento y la implantación de un óvulo fertilizado.