Baja reserva ovárica.¿Puede ayudar la acupuntura?

¿Que es la reserva ovárica?

Aunque la reserva ovárica no es un indicador de fertilidad determinante, puede relacionarse con las probabilidades que una mujer tiene de quedarse embarazada: generalmente, cuando la reserva ovárica es normal o alta, las opciones de embarazo natural son mayores, mientras que con una baja reserva ovárico, conseguir un embarazo natural suele ser más complicado, aunque no es imposible, y puede ser necesario recurrir a un tratamiento de fertilidad.

La baja reserva ovárica es la disminución de la cantidad de ovocitos disponibles en los ovarios de una mujer.

Cada mujer nace con una cantidad determinada de óvulos. Desde su primera menstruación y conforme pasan los años, esta reserva se va agotando mes a mes.

Todas las mujeres, en algún momento de nuestra vida, tendremos una baja reserva ovárica que desembocará en la menopausia y en la incapacidad de gestar con nuestros propios óvulos.

Por este motivo, tener baja reserva ovárica a los 45 años no es extraño. De hecho, a partir de los 35 años tanto la cantidad como la calidad de los óvulos desciende, y ambas (calidad y cantidad) se ven comprometidas a partir de los 40. El agotamiento completo de la reserva ovárica suele producirse entre los 45 y 55 años.

El problema es que algunas mujeres tienen una baja reserva ovárica siendo jóvenes y mucho antes de lo previsto.

La reserva ovárica indica la capacidad de los ovarios para producir óvulos. Se relaciona con el número de folículos primordiales existentes en el ovario. Viene dada genéticamente pues la mujer nace con todos los folículos que va a utilizar a lo largo de su vida reproductiva. En cada ciclo se reclutan muchos folículos, pero solo uno alcanza la maduración completa y libera un ovocito (ovulación). El resto se destruyen y así va reduciéndose su número lentamente hasta la menopausia. A partir de los 37 años esta disminución comienza a ser significativa.

Posibles causas de baja reserva ovárica.

La principal causa de una baja reserva ovárica es la edad, ya que el número de óvulos disminuye con el tiempo de manera inevitable. El uso de la  píldora desde una edad temprana también es uno de los desencadenantes de este diagnóstico.

Determinados agentes externos también pueden disminuir el número de ovocitos de una mujer. En líneas generales, cualquier situación que dañe química o mecánicamente los ovarios puede provocar una disminución de la reserva ovárica, incluyendo infecciones, intervenciones quirúrgicas, cirugías, tratamientos de radioterapia o quimioterapia, etc.

Otras causas que pueden relacionarse con una baja reserva ovárica son:

  • Insuficiencia ovárica prematura.
  • Endometriosis.
  • Enfermedades autoinmunes.
  • Infecciones crónicas.
  • Contaminación ambiental.
  • Obesidad.
  • Estrés.
  • Hábitos poco saludables que pueden provocar el envejecimiento de las células, como el consumo de tabaco o alcohol o una alimentación baja en antioxidantes.

¿Cómo se mide la reserva ovárica?

Analítica de sangre

El análisis se hace entre los días 2 y 4 del ciclo con el objetivo de conocer los valores de las distintas hormonas relacionadas con la ovulación, entre ellas:

  • La hormona FSH (Hormona Folículoestimulante): es la responsable de estimular la maduración de los ovocitos. Cuando quedan pocos óvulos, esta hormona aumenta para estimular más a los que quedan. Así que, cuanto más altos sean los niveles de la hormona FSH, más baja es la reserva ovárica.
  • El estradiol: una de las funciones de este estrógeno es activar la hormona LH, responsable de producir la ovulación y preparar el endometrio para la implantación del embrión. Los niveles de estradiol, en conjunto con las otras pruebas, nos ayudan a valorar la reserva ovárica.
  • LH (lutropina): esta hormona es la encargada de desencadenar la ovulación y dar orden a la progesterona, cuando se produzca el embarazo, para favorecer la implantación del embrión.

Prueba de la hormona antimülleriana (AMH)

Este es uno de los marcadores mucho más fiables para determinar la reserva ovárica. No es necesario esperar a ningún momento concreto del ciclo menstrualpara medir la hormona antimülleriana: producida en el folículo ovárico, es un indicador proporcional de la producción del ovario. Es decir, a mayor presencia de la hormona, mayor es la reserva ovárica.

Recuento de folículos antrales

Haciendo una ecografía vaginal (realizada aproximadamente en el tercer día del ciclo menstrual), se cuenta el número de folículos que se ven en cada ovario. Esta ecografía es una de las mejores maneras de valorar la reserva ovárica de la mujer, ya que permite observar los folículos antrales que el ovario ha reclutado en ese ciclo menstrual.

Es importante que esta ecografía la haga un experto/a, pues no siempre resulta sencillo encontrar todos los folículos de cada óvulo.

A la pregunta de si una mujer puede quedarse embarazada teniendo una baja reserva ovárica, la respuesta es que sí: que dispongas de menos ovocitos para ser fecundados no quiere decir que no puedas ser madre con tus propios óvulos.

Cuando una mujer recibe el diagnóstico de baja reserva ovárica, se produce en ella un trauma que conduce a un gran estrés, esto no hace sino perjudicar gravemente su salud y la condición de infertilidad.

Estas mujeres nos llegan a la clínica con un nivel de estrés y ansiedad alto, sus niveles de cortisol (hormona del estrés) suelen estar elevados y el cortisol es uno de los mejores anticonceptivos naturales.

Cuando los hombres están estresados, el énfasis en la producción de hormonas se desvía de la testosterona hacia la producción de cortisol. Cuando las mujeres están estresadas, su producción hormonal se desvía de la progesterona hacia el cortisol. En pocas palabras, cuando los hombres están estresados su testosterona disminuye y cuando las mujeres están estresadas su progesterona disminuye.

Para lograr una fertilidad óptima, los hombres necesitan niveles de testosterona saludables para producir y madurar muchos espermatozoides sanos: nadadores fuertes y lineales con una buena morfología, vitales para realizar el largo viaje desde los testículos hasta la trompa de Falopio femenina.

En el caso de las mujeres, los niveles de progesterona son necesarios principalmente para mantener el revestimiento uterino en su lugar para que se implante el óvulo fecundado. Los niveles bajos de progesterona conducen a una fase lútea corta que puede no dar suficiente tiempo después de la ovulación para que un óvulo fecundado se arraigue sólidamente en el revestimiento uterino. Si los niveles de progesterona no son lo suficientemente altos o descienden demasiado rápido, el revestimiento uterino se desprenderá y se iniciará el periodo menstrual. Los niveles bajos de progesterona también pueden provocar un aborto espontáneo al principio del embarazo; la placenta tarda 10 semanas en estar en funcionamiento y una de las muchas tareas de la placenta es producir progesterona. Esto significa que, hasta la décima semana, la mujer depende del cuerpo lúteo (el antiguo foliculo) en el ovario para producir cantidades adecuadas de progesterona para mantener el embarazo. Si la mujer ha estado sometida a un estrés agudo o crónico, su cuerpo prioriza la producción de cortisol sobre la de progesterona y, como resultado, sus niveles de progesterona en sangre descienden.

¿Qué puede hacer la acupuntura ante una baja reserva ovárica?

Recibimos muchas consultas sobre si la acupuntura puede incrementar la reserva ovárica. La verdad es que, en general, son casos bastante difíciles. No podemos crear folículos nuevos desde cero ni rejuvenecer el ADN de las células precursoras. Sin embargo, es posible recuperar la sensibilidad de los ovarios a los estímulos hormonales e intervenir en la foliculogénesis (proceso de maduración de los folículos) y en el desarrollo y diferenciación de los ovocitos inmaduros (ovogénesis)
Para que los ovocitos maduren correctamente necesitan señales hormonales determinadas y un ambiente propicio con óptimo aporte de sangre, oxígeno y nutrientes. Un tratamiento de acupuntura específico y personalizado, administrado en el momento idóneo, aumenta el flujo sanguíneo a los ovarios. Los folículos y, por consiguiente, los ovocitos que contienen en su interior recibirán más sangre y mayor concentración de oxígeno y nutrientes. Tendrán una nutrición más rica, lo que puede mejorar algunas de sus características dando como resultado óvulos maduros con mayor calidad y capacidad de fertilización. Y, por supuesto, un embrión procedente de óvulos y espermatozoides de mayor calidad tendrá mejor calidad y más posibilidades de implantarse y evolucionar favorablemente.

Ahora bien, todo esto no es algo que suceda de la noche a la mañana. Requiere un tiempo largo de preparación, varios meses normalmente. Es muy raro conseguirlo en un ciclo. Y los resultados dependerán del grado de reserva ovárica del que partamos. Cuanto más baja sea más difícil nos resultará lograr un leve aumento en cantidad y calidad de folículos y ovocitos disponibles. No conseguimos nuestro objetivo en todos los casos. Ojalá pudiéramos. Nos movemos en rangos muy estrechos. El alcance de nuestra actuación es limitado, pero una pequeña mejora en la reserva ovárica puede marcar la diferencia para que funcione un proceso de FIV/ICSI sin tener que recurrir a ovodonación.

Creo que merece la pena intentarlo.

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